En este audio, la psicóloga Jackie Secades nos comparte el propósito de nuestro Encuentro para sobrevivientes de una pérdida por suicidio, abordando algunas de las experiencias y vivencias más comunes que rodean este tema.
Virginia nos platica sobre el duelo y cómo, de repente, algo inesperado puede llevarnos a un mundo desconocido, a una experiencia completamente nueva y difícil de asimilar. A través de la metáfora de una alberca, explica cómo es normal sentir aturdimiento y dolor, y cómo, a veces, parece que no hay salida, ya que el dolor se siente inexplicable y los pensamientos negativos se apoderan de nuestra mente. Sin embargo, a través del trabajo, la conversación y la experiencia, podemos encontrar un salvavidas que nos permite salir a la superficie y respirar de nuevo.
Jackie y Yolanda nos hablan sobre el suicidio y el duelo por suicidio, destacando cómo la pandemia ha agudizado la crisis de salud mental en el mundo, y México no ha sido la excepción. Según el INEGI, en 2023 hubo 10,450 suicidios en México, lo que representa 2,327 muertes más que en 2022. Explican que el suicidio es un fenómeno multicausal y no es hereditario. Aunque en muchos casos hay un trastorno mental de fondo, no significa que todas las personas con el mismo trastorno optarán por el suicidio.
Además, enfatizan que lxs niñxs y adolescentes de la familia tienen derecho a conocer la verdad sobre el suicidio. Cuando se les brinda la información de manera adecuada, lejos de ponerlos en riesgo, se les empodera, fortalece su salud mental y se resguarda su vínculo con lxs adultxs encargadxs. También abordan cómo el juicio social complica este tipo de duelo y cómo el aislamiento, aunque es una reacción común para evitar exponerse, solo empeora la situación. Subrayan la importancia de identificar una red de apoyo real y buscar acompañamiento profesional en salud mental.
Finalmente, mencionan que lxs sobrevivientes de pérdida por suicidio son un grupo en mayor riesgo de futuras conductas suicidas, por lo que el autocuidado y el apoyo son esenciales.
Edgardo nos habla sobre los hombres, la masculinidad y el suicidio, señalando que, estadísticamente, los hombres mueren en una proporción de 3 a 4 casos en comparación con las mujeres, debido a que tienden a no buscar ayuda para sus problemas personales y optan por métodos más letales. Explica cómo, desafortunadamente, nuestra cultura educa desde una perspectiva machista, incentivando a los hombres a mantener posturas de autosuficiencia, a alejarse de lo emocional y a seguir adelante sin pedir apoyo. Enfatiza que ser humano es ser vulnerable, y que es fundamental que los hombres cambien la forma en que ven esta parte de sí mismos, reconociendo la necesidad de ayuda y apoyo. Reflexiona sobre cómo nos han enseñado a aguantar, a resolver todo solos y a no molestar a nadie con nuestros problemas, algo que no favorece el cuidado adecuado de nuestra salud mental.
Laura y Cathy nos comparten recursos para comprender y atender el trauma. Explican que, aunque no somos responsables del trauma que vivimos, sí podemos asumir la responsabilidad de sanarlo para retomar nuestra vida. El proceso implica reconectar con el cuerpo y las sensaciones en espacios seguros, acompañado de personas de confianza. Es fundamental entender cómo el trauma afecta nuestro sistema nervioso y reconocer las respuestas automáticas que surgen, como lucha, huida o parálisis, para familiarizarnos con ellas de manera compasiva.
También hablan de la importancia de gestionar el miedo y la ansiedad a través de técnicas como la respiración profunda y el movimiento. Expresar las emociones en un entorno seguro, ya sea en terapia, con un amigx o por medio de la escritura, es clave para avanzar en la sanación. Además, subrayan la importancia de rodearnos de personas y lugares que ofrezcan seguridad y apoyo, así como trabajar en el desarrollo espiritual y el autocuidado, cultivando amor y compasión para unx mismx.