Cuando el estrés llegó a ser demasiado para Sangu Delle, tuvo que enfrentar su propio prejuicio profundo: que los hombres no deben cuidar de su salud mental. En una charla personal, Delle comparte cómo aprendió a manejar la ansiedad en una sociedad que se siente incómoda con las emociones. Como dice: “Ser honesto acerca de cómo nos sentimos no nos hace débiles – nos hace humanos”.