Cualquiera que padezca esta devastadora enfermedad mental debe saber que no está solo y que es más fuerte de lo que cree. Busca ayuda profesional si te sientes desamparado. Siempre hay esperanza.
1. Haces todo lo que puedes por tratar de ocultar que padeces depresión.
Cuando tienes depresión, tratas de convencerte de que estás completamente bien. Dondequiera que vas, dibujas una falsa sonrisa en tu rostro y tus amigos envidian tu entusiasmo y la energía que despliegas. Pero ¿qué pasa en tu interior? Te sientes agotado, perdido y terriblemente triste.
2. Agredes a tus seres queridos.
Tiendes a perder el control al enfrentar situaciones que otras personas ni siquiera se toman la molestia de tratar de entender. Guardas demasiada energía negativa en tu corazón, y en ocasiones, agredir es lo único que puedes hacer para liberarla.
3. Vuelves a hacer todo una y otra vez.
Ya sea que se trate de una tarea escolar o de una hoja de Excel para tu trabajo, lo repites una y otra vez hasta que te arden los ojos. Eres un perfeccionista y no puedes dejar de esforzarte por agradar a los demás.
4. Te medicas (TOMAS ALCOHOL).
Si te sientes muy deprimido, no tomes una copa de vino en la cena. El alcohol es un depresivo, que sólo te ayuda a olvidar los problemas durante un rato. Sabes que causa estragos en tu salud, pero no puedes evitar el deseo de huir de tus problemas, aunque sea una noche.
5. Cancelas planes que en realidad quieres hacer.
La boda a la que no querías faltar por nada o ese gran concierto del que tus amigos no dejan de hablar… no puedes manejarlo y cancelas. Esto no significa que prefieras quedarte en casa, sino que en tu estado mental, a veces necesitas estar solo.
6. Te duele todo.
La depresión, al igual que la ansiedad, también origina síntomas físicos. Esta enfermedad mental puede hacer que tu cuerpo se sienta como si cargara una tonelada y te duelen todos los huesos.
7. No puedes permanecer despierto.
El insomnio es parte muy importante de las enfermedades mentales y la depresión puede hacer que tengas problemas para conciliar el sueño. También resulta difícil permanecer despierto durante el día porque no tienes ninguna motivación y te sientes demasiado cansado.
8. Comes todo lo que está a tu alcance.
La depresión puede hacer que quieras comerte “tus sentimientos”. Cuando no te sientes bien mentalmente, la comida puede ser lo único que te reconforta cuando te sientes solo.
9. Pierdes el apetito.
También sucede lo contrario; probablemente pierdas el apetito casi por completo. Con la depresión, pierdes la energía y el entusiasmo por todas las actividades y comer puede ser una de ellas
10. Haces que tu vida parezca perfecta desde afuera.
No quieres que nadie se preocupe por ti, de modo que te esfuerzas al máximo por hacer creer a tus amigos que estás bien. Publicas en las redes sociales fotos en las que apareces sonriendo y feliz y no das pie a que te pregunten si estás deprimido.
11. Lloras sin motivos.
A veces te despiertas con lágrimas rodando por tus mejillas. Unos días estás contento un instante y de pronto empiezas a llorar. Te preguntas todo el tiempo por qué lloras y te sientes triste, si deberías sentirte alegre. Pero la depresión es una enfermedad. No se alivia con una escayola de yeso ni una curita. Es un desequilibrio químico del cerebro y no es tu culpa. Nunca es tu culpa.
Por Laureen Jarvis-Gibson en Thought Catalog